Problema con las Prioridades
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Hay días que se amanece diferente, el cuerpo parece decir “arriba
despierta, es un maravilloso día para correr”
y uno invadido por esa voz sale de un salto de la cama y se alista.
Hoy me ha pasado así…. Salgo de súbito a buscar alguna
proteína antes de salir a correr, pero algo me corta la viada, y es un chillido
leve que encaja justo con uno de esos miedos, esa clase de miedo que uno le
oculta a la familia y amigos, detengo el paso y comienzo a bajar bien despacio,
no vaya a ser que me encuentre con alguna imagen triste que después me cueste
olvidar…. Pero lejos de todo miedo, escucho la voz de mi padre quién en tono más
alto de lo normal, me dice: “Diana prepare tortillas de verde” mentalmente exclamo: Uff menos mal, el
chillido que me preocupaba, no era otra cosa que la música alta que salía en
forma de ruido de los audífonos de mi
padre.
Y todo dio un vuelco, pues me puse los zapatos de correr,
pero para sentarme a comer unas deliciosas y gordas tortillas de verde con
queso, mientras uno de mis gatos olfateaba a lo lejos lo que yo engullía con gusto, mis miedos calmados, pues la última
vez que había escuchado un chillido al bajar las escaleras, fue para
encontrarme a uno de mis gatos agonizando
por culpa de algún vecino que le dio veneno.
Ya con todos mis pensamientos en orden, y aunque aun escuchaba una voz pequeñita en mi cabeza que me decía “termina
la tortilla y sal soplada a correr, es tu prioridad” no le hice mucho caso, me entretuve en una plática
que hizo callar todas todo animo de salir a correr, y termine persiguiendo a
mis gatos con cámara en mano, es increíble lo que uno puede hacer cuando se ha
puesto los zapatos de correr y no pasa del dintel de la puerta principal de la
casa.
Gato callejero dándole una serenata a mi gata
Mis dos gatos jugando, mientras el gato callejero fisgoneando
MarcAnthony, el escucha su nombre y mira, es genial cuando quiero llamar su atención
Lulu durmiéndose
Un besito volado para todos.